Grand Prix crea un tocadiscos de última generación con la potencia de un Fórmula 1

2022-10-15 03:16:14 By : Mr. Wisen Wu

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"Parabólica" el tocadiscos de última generación de la compañía estadounidense de audio Grand Prix, está inspirado en la curva más famosa de la Fórmula 1.

Grand Prix, compañía estadounidense de audio, ha creado un tocadisco de última generación inspirado en la curva más famosa del circuito de Monza de Fórmula 1, la "Parabólica".

La curva más famosa del circuito de Fórmula 1 de Monza se ha convertido en tocadiscos. Es la forma en la que la compañía de audio Grand Prix, con sede en Colorado, EE.UU, ha querido hacernos ver que son capaces de plasmar la potencia y exactitud de los coches de F 1 en la precisión de su nuevo plato giratorio. Parabólica es el nombre de la mítica curva en la que se ha inspirado este plato del mismo nombre, listo para competir.

El plato giratorio pesa seis kilos y es alimentado por un motor de corriente continua.

Grand Prix Audio Parabolica fue presentado en sociedad el pasado 2 de junio en la Exposición de Los Angeles Audio Show 2017, feria de renombre en la Costa Oeste de EE.UU en la que se muestran las mejores y más recientes tecnologías de audio a nivel mundial, y obtuvo una gran acogida, llamando especialmente la atención el nuevo diseño de accionamiento directo de Alvin Lloyd, fundador de la empresa; una unidad autónoma que incorpora el sistema de accionamiento electrónico dentro del propio chasis que es del mismo tamaño del plato. Sin ninguna caja externa para el regulador de velocidad ni el cable de conexión.Contiene controles táctiles iluminados para la selección de encendido y apagado. Parabolica tiene una plataforma con un solo brazo y es desmontable para intercambios fáciles y rápidos. La extracción de un pequeño tornillo ranurado en la superficie del plato facilita el acceso al perno de sujección de la plataforma del brazo. La nueva Parabolica cuesta 16,000 dólares (13.350 euros) sin brazo y, de momento, solo para Estados Unidos. Grand Prix adaptará cada base giratoria al brazo que elija el comprador para que el ajuste sea máximo.

Alvin Lloyd, presidente de Grand Prix Audio, fundó su empresa en abril de 2000. Es un amante de la música que viene del mundo del motor. Su larga experiencia como ingeniero y diseñador de coches de carreras le ha llevado a crear el tocadiscos del siglo XXI con materiales modernos y sistemas de control de movimiento controlados por ordenador para lograr una plataforma giratoria estable y bien amortiguada y un giro a la velocidad correcta para minimizar el ruido mecánico generado por el propio plato. Una maravilla desde el punto de vista técnico y de ingeniería. Como otros muchos diseñadores de platos premium, Lloyd recurrió a expertos en la fabricación de piezas personalizadas, como David Bruns, diseñador del túnel de viento y con el que trabajó muchos años o el ingeniero eléctrico Vince Capizzo, fabricante de consolas de mezclas, para después ensamblarlo todo a su gusto. Lloyd tenía claro que un plato giratorio de una precisión de velocidad claramente superior debía ser impulsado por un motor de transmisión directa.

Va provisto de sensores táctiles en la cubierta, de modo que con un solo aproximar la mano al plato éste empieza a girar.

El chasis de Parabolica, fabricado con materiales similares a los que utilizan los creadores de los coches de F1, no es más ancho que el propio plato y cuenta con un diseño a base de múltiples capas de fibra de carbono similar a los monocascos de los coches de competición, para proporcionar rigidez extra, amortiguación de resonancia y dar al plato giratorio el mismo brillo del coche de carreras. Va provisto de sensores táctiles en la cubierta, de modo que con un solo aproximar la mano al plato éste empieza a girar sin necesidad de botones. Su funcionamiento es monitoreado por un microprocesador que realiza 150.000 mediciones por vuelta, permitiendo que el motor se ajuste en tiempo real.

Sus rodamientos hidrodinámicos, sellados en fábrica, hacen que no se necesite mantenimiento. El plato giratorio pesa seis kilos y es alimentado por un motor de corriente continua sin escobillas. Parabolica ha dado un gran paso en la reproducción analógica, con su propio sistema patentado de control de velocidad y técnicas de reducción de ruido. Han buscado reavivar el entusiasmo por la transmisión directa y lo han conseguido.

Si el famoso circuito italiano de Monza es conocido como el Templo de la velocidad, y su legendaria curva "la parabólica" como la más desafiante, escuchar su colección de discos en la Parabolica de Grand Prix puede ser un desafío extrasensorial solo apto para auténticos melómanos.

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