BMW presenta su última bestia con las siglas M en su denominación, el M2, un cupé compacto de propulsión trasera con 460 caballos. Como un M4, pero 21 cm más corto y también más ligero y efectivo.

BMW sigue celebrando el cincuenta aniversario de la creación de su división M, la que engloba las versiones más deportivas y radicales de la marca. Y lo hace a lo grande porque tras presentar hace solo unas semanas el XM, un todocamino grande y 100% eléctrico con esta denominación y ese estilo muy deportivo, ahora lo hace con el nuevo M2.

Este M2 es un vehículo muy extremo, quizá el más deportivo de la familia, porque incorpora un potente motor y todos los atributos necesarios para convertirse en un gran deportivo, pero en un tamaño contenido. En este sentido conviene destacar que con respecto al M4, esta nueva versión M2 supone una reducción de su longitud de 21 cm, mientras que su distancia entre ejes se rebaja en solo 11cm.

Pero hay que hablar de su motor, del alma que mueve y casi hace volar este nuevo súper deportivo de BMW. Se trata de un seis cilindros en línea de 3 litros de cilindrada, el más habitual en BMW, pero con su potencia aumentada hasta los 460 caballos. En cuanto a su par motor, de 550 Nm, lo entrega desde las 2.600 rpm.

Si se compara con el anterior M2 disponible hasta la fecha, con 370 CV, su potencia se ha incrementado en más de un 25%. Es un motor muy deportivo, pensado para rodar siempre a altos regímenes de giro. Su potencia máxima la entrega a 6.000 vueltas pero es un propulsor que se estira hasta las 7.200 rpm.

Pero no es solo su motor de altas prestaciones, también su potente equipo de frenos, un control de tracción específicamente desarrollado por la división M o un diferencial trasero de bloqueo electrónico. los que demuestran ese posicionamiento deportivo más radical. Su caja de cambios es también especifica, Steptronic de 8 marchas desarrollada por esta división M que incluye el Drivelogic. Es un sistema que permite elegir entre tres utilizaciones diferentes para hacer una conducción más tranquila o un uso más de competición del cambio.

Y para aquellos que todavía siguen pensando que la conducción más deportiva requiere de un cambio manual, por la mayor interacción entre conductor y coche, la marca bávara ofrece opcionalmente un cambio manual de seis marchas. Con esta caja el coche es algo más lento. Si con el cambio automático permite pasar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, con el manual requiere 4,3 segundos. Una diferencia pequeña, pero favorable al automático.

Con todo ello queda claro que se trata de un vehículo muy radical, muy deportivo, pensado para poder rodar en circuito, mejor incluso que en una carretera abierta al tráfico.

Pero incluye igualmente un puesto de conducción muy completo, con un acabado elegante, sistema de climatización de última generación y la máxima conectividad. De serie cuenta con unos asientos muy deportivos y envolventes, pero opcionalmente están disponibles unos de tipo baquet con el anagrama M, sin duda los que mejor le sientan a este modelo de BMW.

Un coche importante para celebrar una vez más el cincuenta aniversario de la división M de BMW. Un vehículo muy deportivo, que quizá quedaría mejor definido como un modelo con el que disfrutar de la conducción llega al siguiente nivel.

Para España, en el concesionario les deberían poner un depósito de gas de menos de 1 litro, la boquilla en los bajos y el tubo a la inyección desmontable por el usuario y así tener la ECO.